Hace tiempo que no escribo pero creedme, esta entrada merece cinco minutos de vuestro preciado tiempo y es que no sólo de sex, digo de cervez, vamos que podemos utilizar la neurona que tenemos para otros menesteres como el de la lectura.
Martes 17:00, tal y como acordamos nos reunimos Juani y un servidor junto a la "carni" y tras llenar la "furgo" que tan amablemente nos dejó Xabi con el depósito lleno nos dirigimos a Donibane Garazi.
El viaje transcurre sin mayor contratiempo (salvo la busqueda del depósito de gasoil de la furgo y su combinación para poder abrir el tapón). Llegamos a Garazi a eso de las 18:30 y tras degustar un tango (cerveza con granadina) y una coca nos juntamos con Bixente (un primo lejano de Amaia y a la vez un buen amigo de los dos) con el que cenamos en Chez Pascal un restaurante con mucho encanto situado en el centro de Garazi con la mejor calidad precio de la localidad. Ensalada, jabalí estofado, mousse de chocolate y noisette (café cortado) por 12 € algo insólito por estos lares.

Tras esta agradable velada cogemos la "furgo" y ponemos rumbo a Helette, 20 minutos de trayecto para "tratar" de descansar en casa de Bixente. No, no me he equivocado he entrecomillado tratar, pero esto queda entre Juani y yo (no seais mal pensados que no tiene nada que ver con alguna perversión sexual ni nada por el estilo, que pasa, es que no tenéis otra cosa en la cabeza).

Miércoles 06:00 suena el despertador. Saltamos como resortes de la cama, nos vestimos y tras un desayuno bastante light para lo que nos espera (cafe con leche y cuatro galletas para subir Tourmalet por sus 2 vertientes) partimos rumbo Luz Saint Sauveur, llegamos a eso de las 08:00 y para las 08:30 ya estamos pedaleando.
El día es magnífico, no hay una sóla nube en el cielo y
la temperatura es de 20º. Hemos comenzado justo a pie de puerto así que nos lo tomamos con mucha calma para tratar de calentar las piernas. Yo voy con un 34x25 y Juani con 39x25.
Las vistas son extraordinarias por esta vertiente y la pendiente aunque dura (un 7-8%) durante los más de 18 km de subida es as
equible para cualquiera que esté medianamente rodado. Los km van pasando y el paisaje va ganando enteros, vamos pasando a ciclistas que en mi opinión tienen más miedo que respeto al Tourmalet lo cual nos va animando aunque no tratamos de forzar nada el ritmo (11 km/h) durante toda la subida.
Tras superar una de las pocas herraduras vemos en lo alto el observatorio (Pic du Midi) y a su derecha el paso del col de Tourmalet. Al girar la vista hacia atrás nos damos cuenta del desnivel que hemos superado, ciertamente impactante.
Ya nos quedan algo menos de 5 km para coronar y un rebaño de ovejas cruzadas en la carretera intentan entorpecer nuestro objetivo (pobres ilusas). mientras tanto Juani sigue haciendo de reportero gráfico, el tío no para de sacar fotos e incluso de grabar en video para desesperación de algunos ciclistas que no suben tan cómodos.

En vista de que no queda mucho para coronar le comento a Juani el hecho de que nadie nos ha pasado en la subida a pesar de llevar un ritmo muy tranquilo y le insto a incrementar el ritmo en el hipotético caso de que algún ciclista se nos acercase, pero para tranquilidad de nuestro organismo nadie llegó siquiera a acercarse.
Pasamos el cartel indicador de 1km a meta 10 % de desnivel medio, nos ponemos de pie sobre la flaca y con la moral por las nubes afrontamos el tramo más duro de la subida. Vemos justo delante el cansino pedalear de un cilcista al cual sacamos una diferencia increíble en la cima.
Tras 1h 40' de subida nada más coronar dejamos las bicis junto al bar y nos tomamos deux coca en la terraza junto con un sandwich de nocilla para seguidamente hacernos las fotos de rigor junto al emblemático monumento a los ciclistas y emprender nuestra marcha.
El descenso defrauda bastante ya que la interminable peregrinación de vehículos que nos adelantaban en la subida se convierten en molestos obstáculos que frenan el que podría haber sido y no fué un espectacular descenso. Debemos ir adelantando a duras penas uno tras otro vehículo durante el descenso que con la carretera cortada al tráfico es rapidísimo.
Tras 23 km llegamos a Campan, damos media vuelta y encaramos la ascensión por esta otra vertiente. Los primeros km hasta Saint Marie de Campan son bastante suaves y tras coger agua en la fuente junto a la iglesia tal y como manda la tradición iniciamos la segunda parte de la subida.
Esta vertiente no tiene la belleza paisajistica de la anterior pero las rampas son bastante más duras.Tal y como veréis en el reportaje fotográfico no sacamos fotos de esta vertiente ya que ni el paisaje era extraordinario ni nos sobraban las fuerzas.
Hasta la estación de esquí de La Mongie a pesar de no ir muy sobrados al menos teníamos tramos de sombra que nos protegían de los más de 30º que teníamos en ese momento pero a partir de ese punto nos tocó sufrir hasta coronar ya que la mayor dureza del puerto está a partir de este punto a lo que hay que añadir la citada falta de sombras.
Yo me quedo sin agua a falta de 2 km pero no tengo mayor problema para coronar junto a Juani tras un par de horas de subida.
Esta vertiente es en mi opinión mucho más dura que la anterior sobre todo en sus últimos 5 km pero nosotros no echamos pie a tierra y aunque con un ritmo algo más lento que en la primera ascensión conseguimos coronar una vez más sin haber sido adelantados por ningún ciclista.
Arriba más de lo mismo coca-cola fotos y para abajo. Tras despistarnos los dos en un cruce ya dentro de la villa de Luz Saint Sauveur nos reunimos junto a la furgo para maldecir a los coches que una vez más nos han jorobado el descenso.
Tras adecentarnos un poco vamos al Carrefour de la localidad compramos la preciada agua, algo de fruta y un gateau basque que devoramos junto a unos macarrones en Helette a eso de las 17:00 tras el regreso en la "furgo" y la ansiada ducha.
Después de recuperar algo de energía nos tomamos un tango y un par de cafes para después ir a descansar a nuestros "aposentos". Si, si otra
vez entrecomillado.
Jueves 06:00 vuelve a sonar el cochino despertador, la fatiga hace que nos cueste algo más incorporarnos. Esta vez el desayuno es más copioso (café, sandwich de nocilla, galletas y pastel vasco).
Volvemos a coger la furgo esta vez rumbo Laugibar. Subimos con la furgo el puerto de Burdinkurutcheta y el col de Bagargi (tambíen conocido como Irati). Yo lo conocía de haberlo ascendido en bici la semana anterior aunque a Juani le sorprendió tanto su belleza (ya veréis las fotos) como la enorme dureza de sus 4 primeros km. Una vez arriba descendemos el Bagargi primero hasta el pueblo de Larrau y 3 km más abajo aparcamos la furgo junto al albergue de Laugibar.
La carretera se pone hacia arriba desde la primera pedalada y los tres primeros km hasta el pueblo de Larrau son tremendamente exigentes, pasado el pueblo los 5 siguientes rondan en todo momento el 10 % y Juani comenta que a diferencia de otros puertos en este tras las herraduras no baja el desnivel sino que sube. Aunque hay algún descanso toda la subida ronda el 10% asi que podeis haceros a la idea de las rampas del mismo. A falta de 2 km para superar el tramo más duro del puerto vemos a un ciclista haciendo eses y finalmente echar pie a tierra. Nos preguntamos si tendrá algún tipo de problema pero la respuesta llega cuando pasamos por esa zona. El viento pega con muchísima fuerza y de frente lo que hace que las ya duras rampas del 10% se conviertan en un 15-16% por lo menos.
Nos sentamos en la bici y tratamos de agacharnos lo máximo posible para ofrecer la menor resistencia al viento y tras unos interminables 2 km sobre todo la recta que termina en el collado de Erroimendi llegamos al primer alto. Bajamos de las bicis para hacernos unas fotos pero la tarea no es sencilla ya que el viento hace que nos cueste mantener el equilibrio. Juani calcula que la velocidad del viento ronda los 90-100 km/h en ese punto.
Tras las fotos descendemos y llaneamos con muchísima precaución por el citado viento durante un par de km para afrontar los últimos 1500 m al 11,5%. Hemos tenido suerte y en esta zona no pega el aire asi que a pesar de tener más porcentaje lo subimos con más facilidad que el tramo anterior y coronamos para alegría nuestra y de nuestras sufridas piernas. Para los curioso decir que yo subí con 34x27 y Juani con 39x30. En cuanto al desarrollo decir que es más que suficiente en ambos casos.
La conclusión es la siguiente: el auténtico ogro de los Pirineos se llama LARRAU, un puerto con menos nombre que otros pero tremendamente duro, en mi modesta opinión más duro que Errozate si se sube en su integridad (desde el albergue de Laugibar).
Arriba más de lo mismo, fotos al pico Orhi, sandwich de nocilla, una distendida charla con una pareja de Iruña que iba al pico y otra vez para abajo esta vez rumbo Otsagabia. Tras 19 km de cómodo descenso con el único peligro de un par de pasos canadienses llegamos a la citada localidad, tras entrenar un poco para la Paris-Roubaix en el pave de la plaza nos sentamos en una terraza, tomamos otras 2 cokes llenamos los bidones e iniciamos esta otra vertiente de Larrau.
No tiene nada que ver con la anterior, este lado se deja subir con mucha comodidad y a pesar de su longitud tan sólo presenta algo de dificultad los últimos km después del cruce para Isaba. A falta de 5 km pasamos a un ciclista que va con la MTB pinchada y nos pide que avisemos a sus compañeros que están esperándole más adelante. Tras advertir a sus compañeros alcanzamos la cima de Larrau en la que curiosamente volvemos a coincidir con la pareja de Iruña que acaba de descender del Orhi. Tras una breve conversación nos lanzamos hacia abajo con mucho cuidado ya que aunque no lo he citado antes el asfalto por el lado Zuberotarra está muy irregular a diferencia del la vertiente Navarra. Afortunadamente alcanzamos la furgoneta sin mayores contratiempos aunque con la impresión en el descenso de que la subida es aún más dura de lo que nos había parecido ya que cuesta bastante parar la bici si la sueltas un poco en estas pronunciadas rampas.
Una vez en la furgo decidimos comer en la terraza del albergue. Si alguno va por la zona que no dude en comer ahí. Truchitas de Irati o ensalada con queso caliente, chuletillas de cordero o escalope con guarnición, copa de helado de chocolate, vainilla y nata, más café por 18€ y una presentación y calidad extraordinarias por no hablar de la camarera (y es que no sólo de bici vive el hombre).
Después de comer vamos a Garazi para agradecerle su hospitalidad y despedirnos de Bixente que sigue trabajando en lo que será su nueva casa. De ahi a Heletta, ducha y regreso a Andoain donde llegamos hacia las 18:15 satisfechos por haber cumplido nuestro objetivo y con la promesa de volver a repetir salida pirenaica el año que viene.
P.D.: eskerrikasko Xabier eta hurrengoan etorri hadi ondo pasatuko diagu eta.
Martes 17:00, tal y como acordamos nos reunimos Juani y un servidor junto a la "carni" y tras llenar la "furgo" que tan amablemente nos dejó Xabi con el depósito lleno nos dirigimos a Donibane Garazi.
El viaje transcurre sin mayor contratiempo (salvo la busqueda del depósito de gasoil de la furgo y su combinación para poder abrir el tapón). Llegamos a Garazi a eso de las 18:30 y tras degustar un tango (cerveza con granadina) y una coca nos juntamos con Bixente (un primo lejano de Amaia y a la vez un buen amigo de los dos) con el que cenamos en Chez Pascal un restaurante con mucho encanto situado en el centro de Garazi con la mejor calidad precio de la localidad. Ensalada, jabalí estofado, mousse de chocolate y noisette (café cortado) por 12 € algo insólito por estos lares.
Tras esta agradable velada cogemos la "furgo" y ponemos rumbo a Helette, 20 minutos de trayecto para "tratar" de descansar en casa de Bixente. No, no me he equivocado he entrecomillado tratar, pero esto queda entre Juani y yo (no seais mal pensados que no tiene nada que ver con alguna perversión sexual ni nada por el estilo, que pasa, es que no tenéis otra cosa en la cabeza).
Miércoles 06:00 suena el despertador. Saltamos como resortes de la cama, nos vestimos y tras un desayuno bastante light para lo que nos espera (cafe con leche y cuatro galletas para subir Tourmalet por sus 2 vertientes) partimos rumbo Luz Saint Sauveur, llegamos a eso de las 08:00 y para las 08:30 ya estamos pedaleando.
El día es magnífico, no hay una sóla nube en el cielo y
Las vistas son extraordinarias por esta vertiente y la pendiente aunque dura (un 7-8%) durante los más de 18 km de subida es as
Tras superar una de las pocas herraduras vemos en lo alto el observatorio (Pic du Midi) y a su derecha el paso del col de Tourmalet. Al girar la vista hacia atrás nos damos cuenta del desnivel que hemos superado, ciertamente impactante.
Ya nos quedan algo menos de 5 km para coronar y un rebaño de ovejas cruzadas en la carretera intentan entorpecer nuestro objetivo (pobres ilusas). mientras tanto Juani sigue haciendo de reportero gráfico, el tío no para de sacar fotos e incluso de grabar en video para desesperación de algunos ciclistas que no suben tan cómodos.
En vista de que no queda mucho para coronar le comento a Juani el hecho de que nadie nos ha pasado en la subida a pesar de llevar un ritmo muy tranquilo y le insto a incrementar el ritmo en el hipotético caso de que algún ciclista se nos acercase, pero para tranquilidad de nuestro organismo nadie llegó siquiera a acercarse.
Pasamos el cartel indicador de 1km a meta 10 % de desnivel medio, nos ponemos de pie sobre la flaca y con la moral por las nubes afrontamos el tramo más duro de la subida. Vemos justo delante el cansino pedalear de un cilcista al cual sacamos una diferencia increíble en la cima.
Tras 1h 40' de subida nada más coronar dejamos las bicis junto al bar y nos tomamos deux coca en la terraza junto con un sandwich de nocilla para seguidamente hacernos las fotos de rigor junto al emblemático monumento a los ciclistas y emprender nuestra marcha.
El descenso defrauda bastante ya que la interminable peregrinación de vehículos que nos adelantaban en la subida se convierten en molestos obstáculos que frenan el que podría haber sido y no fué un espectacular descenso. Debemos ir adelantando a duras penas uno tras otro vehículo durante el descenso que con la carretera cortada al tráfico es rapidísimo.
Tras 23 km llegamos a Campan, damos media vuelta y encaramos la ascensión por esta otra vertiente. Los primeros km hasta Saint Marie de Campan son bastante suaves y tras coger agua en la fuente junto a la iglesia tal y como manda la tradición iniciamos la segunda parte de la subida.
Esta vertiente no tiene la belleza paisajistica de la anterior pero las rampas son bastante más duras.Tal y como veréis en el reportaje fotográfico no sacamos fotos de esta vertiente ya que ni el paisaje era extraordinario ni nos sobraban las fuerzas.
Hasta la estación de esquí de La Mongie a pesar de no ir muy sobrados al menos teníamos tramos de sombra que nos protegían de los más de 30º que teníamos en ese momento pero a partir de ese punto nos tocó sufrir hasta coronar ya que la mayor dureza del puerto está a partir de este punto a lo que hay que añadir la citada falta de sombras.
Yo me quedo sin agua a falta de 2 km pero no tengo mayor problema para coronar junto a Juani tras un par de horas de subida.
Esta vertiente es en mi opinión mucho más dura que la anterior sobre todo en sus últimos 5 km pero nosotros no echamos pie a tierra y aunque con un ritmo algo más lento que en la primera ascensión conseguimos coronar una vez más sin haber sido adelantados por ningún ciclista.
Arriba más de lo mismo coca-cola fotos y para abajo. Tras despistarnos los dos en un cruce ya dentro de la villa de Luz Saint Sauveur nos reunimos junto a la furgo para maldecir a los coches que una vez más nos han jorobado el descenso.
Tras adecentarnos un poco vamos al Carrefour de la localidad compramos la preciada agua, algo de fruta y un gateau basque que devoramos junto a unos macarrones en Helette a eso de las 17:00 tras el regreso en la "furgo" y la ansiada ducha.
Después de recuperar algo de energía nos tomamos un tango y un par de cafes para después ir a descansar a nuestros "aposentos". Si, si otra
Jueves 06:00 vuelve a sonar el cochino despertador, la fatiga hace que nos cueste algo más incorporarnos. Esta vez el desayuno es más copioso (café, sandwich de nocilla, galletas y pastel vasco).
Volvemos a coger la furgo esta vez rumbo Laugibar. Subimos con la furgo el puerto de Burdinkurutcheta y el col de Bagargi (tambíen conocido como Irati). Yo lo conocía de haberlo ascendido en bici la semana anterior aunque a Juani le sorprendió tanto su belleza (ya veréis las fotos) como la enorme dureza de sus 4 primeros km. Una vez arriba descendemos el Bagargi primero hasta el pueblo de Larrau y 3 km más abajo aparcamos la furgo junto al albergue de Laugibar.
La carretera se pone hacia arriba desde la primera pedalada y los tres primeros km hasta el pueblo de Larrau son tremendamente exigentes, pasado el pueblo los 5 siguientes rondan en todo momento el 10 % y Juani comenta que a diferencia de otros puertos en este tras las herraduras no baja el desnivel sino que sube. Aunque hay algún descanso toda la subida ronda el 10% asi que podeis haceros a la idea de las rampas del mismo. A falta de 2 km para superar el tramo más duro del puerto vemos a un ciclista haciendo eses y finalmente echar pie a tierra. Nos preguntamos si tendrá algún tipo de problema pero la respuesta llega cuando pasamos por esa zona. El viento pega con muchísima fuerza y de frente lo que hace que las ya duras rampas del 10% se conviertan en un 15-16% por lo menos.
Nos sentamos en la bici y tratamos de agacharnos lo máximo posible para ofrecer la menor resistencia al viento y tras unos interminables 2 km sobre todo la recta que termina en el collado de Erroimendi llegamos al primer alto. Bajamos de las bicis para hacernos unas fotos pero la tarea no es sencilla ya que el viento hace que nos cueste mantener el equilibrio. Juani calcula que la velocidad del viento ronda los 90-100 km/h en ese punto.
Tras las fotos descendemos y llaneamos con muchísima precaución por el citado viento durante un par de km para afrontar los últimos 1500 m al 11,5%. Hemos tenido suerte y en esta zona no pega el aire asi que a pesar de tener más porcentaje lo subimos con más facilidad que el tramo anterior y coronamos para alegría nuestra y de nuestras sufridas piernas. Para los curioso decir que yo subí con 34x27 y Juani con 39x30. En cuanto al desarrollo decir que es más que suficiente en ambos casos.
La conclusión es la siguiente: el auténtico ogro de los Pirineos se llama LARRAU, un puerto con menos nombre que otros pero tremendamente duro, en mi modesta opinión más duro que Errozate si se sube en su integridad (desde el albergue de Laugibar).
Arriba más de lo mismo, fotos al pico Orhi, sandwich de nocilla, una distendida charla con una pareja de Iruña que iba al pico y otra vez para abajo esta vez rumbo Otsagabia. Tras 19 km de cómodo descenso con el único peligro de un par de pasos canadienses llegamos a la citada localidad, tras entrenar un poco para la Paris-Roubaix en el pave de la plaza nos sentamos en una terraza, tomamos otras 2 cokes llenamos los bidones e iniciamos esta otra vertiente de Larrau.
No tiene nada que ver con la anterior, este lado se deja subir con mucha comodidad y a pesar de su longitud tan sólo presenta algo de dificultad los últimos km después del cruce para Isaba. A falta de 5 km pasamos a un ciclista que va con la MTB pinchada y nos pide que avisemos a sus compañeros que están esperándole más adelante. Tras advertir a sus compañeros alcanzamos la cima de Larrau en la que curiosamente volvemos a coincidir con la pareja de Iruña que acaba de descender del Orhi. Tras una breve conversación nos lanzamos hacia abajo con mucho cuidado ya que aunque no lo he citado antes el asfalto por el lado Zuberotarra está muy irregular a diferencia del la vertiente Navarra. Afortunadamente alcanzamos la furgoneta sin mayores contratiempos aunque con la impresión en el descenso de que la subida es aún más dura de lo que nos había parecido ya que cuesta bastante parar la bici si la sueltas un poco en estas pronunciadas rampas.
Una vez en la furgo decidimos comer en la terraza del albergue. Si alguno va por la zona que no dude en comer ahí. Truchitas de Irati o ensalada con queso caliente, chuletillas de cordero o escalope con guarnición, copa de helado de chocolate, vainilla y nata, más café por 18€ y una presentación y calidad extraordinarias por no hablar de la camarera (y es que no sólo de bici vive el hombre).
Después de comer vamos a Garazi para agradecerle su hospitalidad y despedirnos de Bixente que sigue trabajando en lo que será su nueva casa. De ahi a Heletta, ducha y regreso a Andoain donde llegamos hacia las 18:15 satisfechos por haber cumplido nuestro objetivo y con la promesa de volver a repetir salida pirenaica el año que viene.
P.D.: eskerrikasko Xabier eta hurrengoan etorri hadi ondo pasatuko diagu eta.
Joder tio, leyendo esto parece que lo estoy volviendo a hacer, han sido 2 dias magnificos me lo he pasado muy bien, espero que las fotos esten a la altura de la crónica, aunque ya te dije que no te cortarias a la hora de escribir mis penurias en el ultimo tramo de Tourmalet, eso si estoy contigo en que el coco es Larrau.
ResponderEliminarargoitz eres un hacha haciendo crónicas,la envidia que pasa uno leyéndolas, por lo demás, como siempre,sois unos picados que no dejáis que pase antes que vosotros ni vuestra sombra.esperemos que en la siguiente este yo también para que alguien os pase.Ondo izan.
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