EL ULTIMO KILÓMETRO

Y llegamos a la ultima y tan esperada prueba del año: La Maratón, debo de tener un punto de masoca y es que le he cogido un cariño que no tengo a otras prueba, supongo que será por lo que se siente o sentimos algunos al finalizar los 42 mil y pico metros.
Tercera maratón y voy superando mis tiempos con creces de 3h. 48m del primer maratón hasta 3h. 16m. de este ultimo.
La primera parte de la prueba se puede decir que la hice bastante bien regulando y sin forzar mas que lo necesario para poder aguantar el ritmo que nos puso la liebre (gran labor por cierto) de 3h15m., solo hubo un momento en el que dude si seguir para adelante, y aunque me puse unos cien metros por delante, (momento que aproveche para saludar a mi familia, mis grandes animadores y sufridores) me di cuenta que era absurdo ir solo así que opte por meterme en el grupo otra vez, en el kilómetro 15 tuve que parar a mear y lo peor fue que estuve un minuto y salí solo detrás de la liebre, así que tuve que recuperarle ese minutillo pero que a mi me costo unos pocos mas recortarlo, más o menos en el kilómetro 20 conseguí meterme en el grupo he hice con ellos el paso por la media maratón: 1h 38m., el ritmo era bastante bueno pero este tiempo nos obligaba a ir más rápido en la segunda media, cosa que a mi se me antojaba un poco complicada pero bueno...
Al paso por el kilómetro 25 la cosa seguía bien y se puso aún mejor ya que apareció Eva que se convirtió en mi angel de la guarda personal hasta el final de la carrera, era como tener a un loro al lado pero la verdad es que me hacia olvidar que mis músculos empezaban a decirme que lo peor empezaría pronto, ella se encargaba de traerme agua y de llevarse los ánimos del público: "¡venga neska!" "¡guapa!" y ella: ¡Que no, que al que hay que animar es a este!. A mi con los ánimos que me daban Eva y mi hermano Xabier (se sumo a nosotros en el kilómetro 31 mas o menos) me era mas que suficiente, y llegamos a los últimos 10 kilómetros mi mujer, mis hijos y mi suegra me animaban como siempre, sufriendo tanto o mas que yo al verme con la cara rota, Eva les dice que voy muy bien pero los dos sabemos que estoy muy jodido, pero sigo, seguimos yo callado y sufriendo y Eva hablando con Xabier. Llegamos a la zona del Diario Vasco (¡que manía le tengo a esta zona!) y mi pierna izquierda parece que tiene alguien por dentro que tira de un tendón desde los dedos del pie hasta la ingle, tengo que parar, me siento y Eva me ayuda a estirar, OSTIA!!! solo faltan 8 kilómetros voy bien de tiempo, (de lo único que voy bien) y tengo que fallar ahora, me levanto y empezamos a correr,parece que Eva a hecho un milagro porque ya no me vuelve a molestar la pierna, ya solo faltan 3 kilómetros Xabier me dice si voy bien, no hablo, no puedo mi piernas se mueven por inercia, intento apretar un poco miro mi pulsómetro, se que todavía puedo hacer el tiempo de 3h15m.
Recuerdo que hace 6 meses, cuando aposté con mi hermano una cena a que hacia este tiempo me pareció una osadía y pensé que ni siquiera me acercaría a el pero 6 meses después aquí estamos, cerca, muy cerca de la osadía.
Y llegamos al kilómetro 41, el kilómetro mas especial de todo el Maratón, un montón de gente se agolpa en esa curva a la derecha y se que mi familia esta cerca, miro a un lado y a otro, los veo y me emociono, es igual año tras año y por momentos como este es por los que le he cogido cariño a esta prueba, porque por un momento eres GRANDE o lo sientes así, y parece que todavía quieres más (si se puede) a todos tus seres queridos, a todos los que te apoyan, ayudan, comparten contigo pruebas, entrenos, se que suena un poco ñoño, pero estoy diciendo que es que lo siento en esos momentos.
Entro en el estadio, busco a mi familia y los veo, les levanto los brazos y al llegar a su altura, les lanzo besos, gracias!!!.
Paso la linea de meta allí esta Joxean, el  autentico "culpable" de que yo corra un maratón en 3h 16m., no se porque estaba un poco grogui pero creo que me felicitó, aunque igual no, es más facil que me diria: se puede mejorar. Aunque yo me lo tomo como una felicitación, gracias de todas maneras.
Y como no también gracias a una de las mejores Amatxo-korrikalaris de Gipuzkoa: Eva Pelaez, que sin ella esto habría sido muy laaaaargo (si te habrían dejado entrar al estadio te habría dado un gran abrazo).
A mi hermano Xabier que aunque se hace el duro se que esta atento a mi careto todo el rato, aunque en el kilómetro 39 me lanzo un golpe bajo recordándome que había perdido la apuesta).
Y por ultimo a mi mujer (la pobre acaba agotada los fines de semana con tanta prueba) a mis hijos y a mi suegra que no se pierde una.
Y el año que viene a por.... ya veremos.
Ahora a descansar un par de.... días.